Los legisladores de Carolina del Norte dieron un paso a la reducción de las distracciones en los salones de clases de primaria y secundaria al impulsar el House Bill 87 el martes. La medida, aprobada en la cámara con 114 votos a favor y 3 en contra, busca prohibir el uso de teléfonos inteligentes durante el horario lectivo.
El representante Neal Jackson, republicano por Moore y uno de los principales impulsores del proyecto de ley, destacó la importancia de la toma de decisiones local para su implementación.
“La decisión final depende de las escuelas”, declaró Jackson. “No decimos que haya una solución única. El control local es el mejor control”.
El proyecto de ley ordena a los órganos rectores de las escuelas públicas adoptar una política educativa sin teléfonos celulares para eliminar o restringir severamente el acceso de los estudiantes a estos durante el horario lectivo. No aplica a escuelas chárter ni academias remotas. Setenta y siete distritos escolares ya cuentan con políticas sobre el uso de teléfonos celulares en las salon de clases, según el resumen del proyecto de ley.
Los partidarios argumentan que eliminar esta distracción tan frecuente creará un entorno de aprendizaje más seguro y productivo.
“Cuando encuestamos a las escuelas que ya implementan políticas de no usar celulares, reportaron cambios positivos significativos tanto para estudiantes como para docentes”, dijo el representante Brian Biggs, republicano por Randolph, otro copatrocinador.
Biggs compartió una anécdota personal sobre su hija, estudiante de química orgánica, que experimentó ansiedad al resolver problemas en la pizarra. Enfatizando las presiones que ya enfrentan los estudiantes, argumentó: “Los teléfonos y el acoso no deberían aumentar la ansiedad en el salon de clase. Esta política representará una mejora en la seguridad y una victoria para nuestros estudiantes”.
Durante el debate en el pleno, la representante Tricia Cotham, republicana por Mecklenburg, presentó una enmienda, que posteriormente fue aprobada, que permite a las juntas escolares decidir si los docentes pueden usar celulares con fines educativos. La enmienda también protege a los estudiantes con necesidades médicas al garantizar su acceso a dispositivos vinculados a Programas Educativos Individualizados o planes 504. “Los estudiantes con necesidades médicas, como aquellos que controlan la diabetes tipo 1 con monitores de glucosa en sangre conectados a sus teléfonos, no deben quedar excluidos”, declaró Cotham. “Esta enmienda garantiza que estemos en consonancia con la ley federal y que estos niños reciban apoyo”.
El alcance del proyecto de ley se centra cuidadosamente en las escuelas públicas tradicionales y las escuelas chárter públicas, excluyendo intencionalmente a las escuelas privadas y las academias de aprendizaje a distancia. Un intento de ampliar su alcance a las instituciones privadas fue rechazado durante las deliberaciones.
Además, Jackson aclaró que el proyecto de ley se centra exclusivamente en los teléfonos celulares y no se extiende a otros dispositivos electrónicos como tabletas o relojes inteligentes.
“Queremos que las juntas escolares tengan la flexibilidad de adaptar las políticas a sus necesidades”, declaró Jackson. “Añadir más restricciones, como la prohibición de todos los dispositivos electrónicos, coloca a los docentes en situaciones incómodas que pretendíamos evitar”.
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